Durante el confinamiento ha sido necesario utilizar los medios informáticos para poder atender a aquellas personas que necesitaban seguir con su terapia o comenzar una nueva. En ocasiones han sido consultas concretas relacionadas con todo lo que estamos viviendo y las consecuencias que esto nos acarrea (miedo al afrontamiento del futuro, problemas personales que se agravan con el aislamiento y la falta de intimidad en casa, preocupaciones económicas, proyectos truncados, conflictos familiares, miedo a salir a la calle, elaboración de duelos…)
Ha sido una experiencia que para nada nos ha dejado indiferentes. Todo un terremoto que ha volcado nuestro sistema de valores y abierto grietas en nuestras defensas personales para descubrir nuestra parte más humana. Podría contaros infinidad de ejemplos solidarios (los hemos vivido de cerca gracias a los medios de comunicación). Las nuevas tecnologías nos han ayudado a romper barreras emocionales que no supimos superar de forma física en muchas otras ocasiones.
Muchos hemos empatizado con la naturaleza y disfrutado de una primavera llena de sentido. A medida que despertaban los colores, que vivíamos el tiempo atmosférico como lo más interesante del día… también nos sentíamos parte de ella, viviendo el presente de forma simbiótica.
Ha sido una experiencia llena de vida, integrando lo positivo (los retos conseguidos, la expresiones de calidez virtual, el escucharme y cuidarme como hasta ahora nunca había “tenido tiempo”…) con lo negativo (todas esas ideas que me arrastran a fantasear con lo peor, que me impiden ver la realidad y disfrutar de lo que tengo…, que provocan malestar físico y psicológico). Notábamos como nuestras emociones eran más intensas que nunca, ha sido subir en una montaña rusa difícil de manejar…
Por todo esto, en un momento puntual, la ayuda de un profesional es importante. Todavía hay muchas personas a las que le da miedo salir de casa y prefieren ponerse en contacto conmigo a través del teléfono (616 63 89 58) y mantener una sesión online. Al principio resulta extraño, pero “son los dos primeros minutos”, al menos es la experiencia que comparten conmigo las personas que las demandan.
Si es tu caso te animo a que te pongas en contacto conmigo o con tu profesional de confianza para que gestiones cuanto antes lo que te preocupa. Cuando lo vamos dejando para ver si desaparece con el paso del tiempo terminamos “sufriendo de forma gratuita” y complicando el problema con otros temas adyacentes (la terapia termina siendo más larga de lo que esperamos). Pero, así todo… tú eliges. Nadie como tú te conoce más. Toma la decisión cuando te parezca que es el momento…