¿Por qué unos psicólogos realizan su terapia en pocas sesiones y otros necesitan muchas?
Hay personas que piensan que la terapia breve es incompleta por su número bajo de sesiones. En realidad cada escuela trabaja de función de unas hipótesis y cada psicólog@ elige la escuela que más le convence para llevar a cabo su trabajo.
Hay escuelas, como la psicoanalista, que estudia el origen del problema que presenta el paciente. Eso lleva mucho más tiempo que, por ejemplo, la terapia sistémica breve centrada en soluciones. Esta última pone la vista en la solución de dicho problema, por lo tanto es mucho más rápida. La escuela conductista se centra en modificar la conducta del paciente hasta conseguir el objetivo que este proponga. También necesita más sesiones que la terapia breve, además el tiempo entre sesiones también es más corto (una vez por semana o cada 15 días). La terapia breve centrada en soluciones ve a los pacientes alrededor de una vez al mes.
¿Que porqué la comparo con ella? Porque es la escuela que yo elegí para trabajar, es la que más conozco. Me parece eficaz en tiempo y dinero. Una familia puede invertir un gasto económico como este una vez al mes, realmente no supone gran esfuerzo. Además vienen por un tema concreto y se van sabiendo solucionar problemas que puedan surgir en el futuro, aporta seguridad y autoestima. Otro de los beneficios que observo cada día es que al trabajar con la familia o el entorno social de la persona que desea ayuda, se crea un vínculo de unión entre ellos “bárbaro”, disfrutan del poder del amor, se descubren más felices. Realmente es un trabajo muy pero que muy gratificante.
¡QUÉ IMPORTANTE ES SER AGRADECIDO!
La gratitud allana el camino a la felicidad porque nos hace valorar lo que ya tenemos como si fuera un regalo nuevo en nuestra vida.
“Es de bien nacidos ser agradecidos”. Y todos damos gracias cuando salimos ilesos de un accidente o nos hacen un favor en un momento crítico de nuestra existencia. También cuando nos comparamos con personas que han vivido una desgracia (terremoto de Nepal). Pero el agradecimiento que atrae la felicidad y que podemos cultivar es el que se siente sin que haya ocurrido nada extraordinario.
“Las personas más felices sienten gratitud por todo y por nada en especial. Viven instaladas en reconocer lo bueno que tienen por el simple hecho de estar vivas, al margen de lo que sucede” Raimon Samsó (experto en desarrollo personal).
PISTAS PARA SER AGRADECIDO/A
1. Piensa en las personas que te han aportado riquezas humanas. Una persona orgullosa rara vez es agradecida porque piensa que nadie le ha ayudado a ser quien es. La humildad es la mejor vacuna frente a la falta de reconocimiento hacia las aportaciones de los demás. ¿Te has parado a pensar, alguna vez, cuántas personas conocidas y anónimas contribuyen cada día a que tu vida sea más fácil, segura, agradable, interesante, productiva o felíz?
2. Organiza tus expectativas. Quienes están pendientes de conseguir metas sin saborear los éxitos ya conseguidos no aprecian lo que tienen, están más pendientes de lo que les falta que de vivir y disfrutar el presente. Epicuro afirmaba: “El hombre que no se contenta con poco, no se contenta con nada”. Agradecer aquello con lo que ya cuento me conecta con la grata sensación de abundancia y satisfacción, dando sentido a los actos, pensamientos y emociones que tengo cada día.
3. No seas de continuo el centro de tu vida, altérnalo con una visión externa a ti. En ocasiones no apreciamos lo que los demás hacen por nosotros porque sólo vemos lo que nosotros hacemos por ellos. Cuando “me miro el ombligo” me cuesta valorar esos pequeños o grandes gestos que vienen de fuera: “¡Faltaría más que no me hiciera ese favor con todo lo que yo hago por él/ella!”. Lo peor que tiene pensar que las personas están obligadas a correspondernos es que nos impide ver hasta qué puntos lo hacen porque nos aprecian y desean complacernos. “Olvida lo que has dado para recordar lo recibido”. Mariano Aguiló (poeta).
4. Reconoce y comparte. La gratitud es un músculo que puede entrenarse. Cuanto más se desarrolla más cosas tenemos por las que sentirnos agradecidos. Y para honrar estos gestos es esencial mostrar agradecimiento. “Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo”. William Arthur Ward.
¿POR QUÉ SER AGRADECIDO?
El psicólogo Robert A. Emmons, en su libro “¡Gracias!” explica las recompensas que tiene practicar la gratitud. Esta aumenta el nivel de felicidad en un 25%.
· Serás más optimista. Las personas agradecidas están más pendientes de las cosas buenas que suceden a su alrededor, lo que también las convierte en más satisfechas.
· Te sentirás más afortunado/a. Las personas que agradecen hasta el más mínimo detalle no dan nada por sentado (tener salud, amor, un techo, una educación, un trabajo…) Además de reconocer que poseen algo de valor, son conscientes de que podrían no tenerlo o perderlo.
· Estrecharás vínculos. Una persona que acaba de recibir el apoyo o la ayuda desinteresada de alguien se siente más conectada a la comunidad, refuerza la cadena cooperativa, lo que influye positivamente en la vida de todos.
· Ganarás la partida al estrés. Buscar motivos por los que sentirnos agraciados es, además, una forma efectiva de reducir el estrés y afrontar mejor una situación adversa: “No he conseguido aprobar las oposiciones, pero mis padres seguirán apoyando mi esfuerzo económica y afectivamente”.
¿Qué pasa cuando una persona se quiere suicidar por problemas económicos y cómo se le puede ayudar?
Lo primero que hay que determinar es el origen de los problemas económicos por ver si existe otro factor que esté influyendo (ludopatía, falta de habilidades sociales para demandar dinero que le deben…)
Una vez determinada la causa del endeudamiento hay que proceder como lo haríamos con cualquier persona en riesgo de suicidio: explorar la planificación de la idea suicida, evitar el acceso a los métodos con los que se pudiera dañar, no dejarlo a solas, avisar a figuras significativas para la persona y acercarlo a los especialistas en salud mental.
¿Cuál es la principal causa de suicidio?
El suicidio es una de las formas de morir y obedece a múltiples causas. Ningún suicidio puede ser explicado de manera simplista ni ningún suicidio responde a una causa única. Se considera que el suicidio es multicausal:
– Factores biológicos: la alteración de las aminas cerebrales.
– Factores psicológicos: baja autoestima y desesperanza.
– Factores sociales: el manejo sensacionalista de las noticias sobre el suicidio.
¿Para qué me prescriben un antidepresivo cuando tengo ansiedad?
Los ansiolíticos son eficaces en el síntoma ansiedad, pero la mayoría de los trastornos de ansiedad responden mucho mejor a la administración de antidepresivos.
¿Cuál es la diferencia entre un Psicólogo y un Psiquiatra?
El psiquiatra se encarga de diagnosticar y tratar las enfermedades mentales abordándolos prioritariamente desde su parte fisiológica ya sea prescribiendo medicación u otro tipo de intervención médica que sea necesaria a fin de equilibrar la bioquímica del cerebro y reparar o compensar la fisiología que este deteriorada, teniendo siempre en cuenta las variables psicológicas que hay que abordar para el completo restablecimiento del paciente.
El Psicólogo Clínico se encarga de evaluar y tratar las enfermedades y los desordenes mentales abordándolos desde la rehabilitación psicológica, es decir interviniendo de forma externa para modificar ciertos funcionamientos cerebrales disfuncionales.
¿Realmente los tratamientos psicológicos son eficaces?
Y la respuesta es SI.
En la mayoría de los casos los tratamientos son tremendamente eficaces, eliminan la enfermedad o el problema psicológico presentado, eliminan o atenúan notablemente el sufrimiento derivado de los problemas psicológicos y se incrementa muchísimo la calidad de vida en un plazo de tiempo relativamente breve.
Un tratamiento psicológico, además de reestablecer la salud psíquica, eliminar el sufrimiento o resolver el problema psicológico del paciente, aporta muchísimas cosas a la vida personal.