En una charla que di el otro día de prevención de alcoholismo uno de los asistentes comentó que cuando tiene un problema se pregunta en cinco ocasiones “por qué” para averiguar el origen del mismo. Por ejemplo:
– Estoy enfadado con mi pareja. ¿Por qué?
– Porque no me hace caso. ¿Por qué?
– Porque yo tampoco estoy muy pendiente de ella. ¿Por qué?
– Porque estoy demasiado centrado en mi trabajo. ¿Por qué?
– Porque siento que nuestra relación está agotándose.